Es la tercera ocasión en que el director de fotografía Rodrigo Prieto y el renombrado Martin Scorsece trabajan juntos. La primera vez lo hicieron en The Wolf of Wall Street (2013) y la segunda en el piloto de la serie de televisión Vinyl (2016). 

En esta ocasión, ambos se reunieron para dar llevar a la pantalla grande Silence, la adaptación de la novela homónima de Shusaku Endo.

El filme sigue la travesía de dos sacerdotes portugueses, el padre Rodríguez (Andrew Garfield) y el padre Garrpe (Adam Driver) quienes se embarcan hasta Japón en busca de su mentor, el sacerdote Ferrira (Liam Neeson), quien vive en la clandestinidad debido a la prohibición que pesa sobre el catolicismo.

Durante una entrevista concedida para la revista American Cinematographer, Prieto explicó que Scorsese había optado, para este filme ,por un lenguaje visual muy simple, aunque elocuente.


La subjetividad es una de las columnas visuales durante la película. La cámara está, en casi todo momento, acompañando a los dos jóvenes sacerdotes o mostrando lo que ocurre desde su perspectiva.De esa manera, la necesidad de ocultamiento o la poca certeza que los personajes tienen a lo largo de la trama, le es transmitida al espectador directamente. 

La iluminación es un factor que tampoco pasa desapercibido. Con guiños claros al arte barroco, Prieto consigue crear escenas que parecieran sacadas de la paleta de Diego Velázquez, José de Ribera o Francisco Zurbarán. Aunque hacia el final, un cambio ocurre: la película adquiere un tono dorado cercano al que está presente en las pantallas del período Edo japonés.

A esto también contribuye el hecho de que la película se haya rodado en cinta. Según Prieto, el negativo de la película tiene una profundidad del color que aún no ah sido alcanzada por las cámaras digitales.

Y precisamente esa era la idea de Scrosese: transmitir al espectador un ambiente asfixiante, donde el calor, los olores, las percepciones táctiles pudieran ser percibidas. Por esa razón, la óptica elegida para filmación fue la  ArriMaster Anamorphic.

Según explica Prieto en la entrevista, esta selección se debió a que tiene mucha menos distorsión de la lente y que, incluso, los bordes del cuadro llegan a ser muy agudos y enfocados, lo que da una mirada más dura, menos "mágica" a la cinta.  

Si no has visto todavía Silence, te dejamos el trailer oficial:


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